¿Un Bicentenario sin recordar al máximo exponente de la guitarra clásica paraguaya?
Es noviembre del año 2010, en calor típico en tierras paraguayas, a poco de recordar el Bicentenario de nuestra Independencia. Tristemente veo que la Agenda de Celebraciones no incluye al más extraordinario guitarrista y compositor de todas las épocas, Agustín Pío Barrios ¿qué dicotomía no? Este país ya libre y soberano que lo vio nacer y que en tiempos pasados le negó la posibilidad de volver; que en la actualidad afanosamente busca repatriar sus restos increíblemente hoy lo olvida una vez más…….
Tenía otros sueños para celebrarlo. Soñaba una apertura artística de Gala en un gran homenaje a este genio de la guitarra del Paraguay Independiente, que con su música llegara a los rincones más lejanos de la tierra. Qué ingratitud la nuestra!!! Podríamos haber engalanado musicalmente este Bicentenario con Confesión, Oración de la tarde, Oración por todos, Souvenir d’ rève, La Catedral, Las abejas, Romance de la India Muerta, Invocación a mi Madre, Madrigal Gavota, Vals Nº 3, Vals Nº 4, Danza Paraguaya, Choro de Saudade, País de Abanicos, Vals de Primavera, La Samaritana, Julia Florida, Leyenda Guaraní, El último Canto………. y otros tantas creaciones, maravillosas todas, llenas de sentimientos, de emotividad, que son como caricias para el alma.
Para el Bicentenario soñaba que en nuestras escuelas, museos, bibliotecas, plazas y oficinas sonara Barrios, como una muestra de Gracias por hacer Melodías de la Vida. Soñaba que en el Gran Teatro Lírico del Banco Central del Paraguay las cuerdas de miles de guitarra le rindieran un homenaje con John Williams, César Amaro, Enno Voorhorst, Carlos Barboza Lima, Li Jie, Diego Castro Magas, David Russell, Kazuhito Yamshita, Eduardo Fernández, Berta Rojas y María Luz Bobadilla.
Soñaba que en nuestras escuelas niños, jóvenes y docentes escuchen su historia, lo conozcan y empiecen a amarlo; disfruten de su música y sepan que Barrios será recordado eternamente por la historia como lo son otros grandes de la música universal como: Tarrega, Bach, Beethoven, Shumam, Chopin y Mozart. Soñaba que en nuestro querido y emblemático Teatro Municipal cientos de jóvenes guitarristas participaran del Certamen Internacional de Guitarra Clásica “Agustín Pio Barrios”.
Soñaba que en nuestras iglesias y Catedrales sonará Oración de la Tarde, este poema musical, como un ruego a Dios por un país cada vez mas humano, más solidario, donde el bien común este por encima de los intereses personales.
Soñaba con la habilitación oficial de un Museo “Agustín Pio Barrios” que guardara en su interior sus tesoros más preciados, discos originales, partituras, fotografías, cartas, guitarras de este eximio artista paraguayo.
Soñaba que en nuestras escuelas niños, jóvenes y docentes escuchen su historia, lo conozcan y empiecen a amarlo; disfruten de su música y sepan que Barrios será recordado eternamente por la historia como lo son otros grandes de la música universal como: Tarrega, Bach, Beethoven, Shumam, Chopin y Mozart. Soñaba que en nuestro querido y emblemático Teatro Municipal cientos de jóvenes guitarristas participaran del Certamen Internacional de Guitarra Clásica “Agustín Pio Barrios”.
Soñaba que en nuestras iglesias y Catedrales sonará Oración de la Tarde, este poema musical, como un ruego a Dios por un país cada vez mas humano, más solidario, donde el bien común este por encima de los intereses personales.
Soñaba con la habilitación oficial de un Museo “Agustín Pio Barrios” que guardara en su interior sus tesoros más preciados, discos originales, partituras, fotografías, cartas, guitarras de este eximio artista paraguayo.
Son sueños, los míos, en un romance eterno con Agustín y su música. El despertar parece otro, la agenda de Celebraciones del Bicentenario así lo dice e inmediatamente las expresiones de Eugenius Bordas vuelven a mi mente “los ínfimos no pueden captar a los grandes”.
María Bernarda Cuellar
